lunes, 1 de diciembre de 2014

La resurrección de la muerte




La concepción de la sociedad hacia la muerte ha presentado cambios a lo largo de la historia de ser vista como un evento natural, inevitable y venerado por diversas culturas paso a ser percibida con temor y como un tema que no debe ser comentado. De acuerdo con las descripciones de O Connor (2005) citado por Hernández (2006) a finales del siglo XIX era muy común que las personas fallecieran en su hogar debido a que esto les permitía ser conscientes de la proximidad de la muerte, estar por última vez con sus familiares y resolver asuntos pendientes.
Actualmente en México han perdurado las tradiciones relacionadas con el día de muertos. En los días 2 y 3 de noviembre los alimentos colocados en los altares de muertos son retirados y compartidos por las familias. Así mismo, los residentes de Pomuch, comunidad ubicada al suroeste de México del 26 al 31 de octubre exhuman los restos de sus seres queridos, los limpian y veneran con ofrendas (la vanguardia, 2009). Dichos actos permite no solo la socialización con la familia sino con amistades y otras personas; mueve multitudes debido a que los unifica el sentimiento aunque no exista proximidad entre ellos. Cabe resaltar que estas costumbres fomentan la expresión de la identidad cultural, es decir, las personas al compartir y relacionarse durante estos rituales les permite sentirse parte de su comunidad.
Actualmente, la muerte se sigue considerando un tabú debido a que aún se considera como un tema que debe ser manejado con cautela sobre todo para quienes se encuentran próximos a ella. Mientras que en otras culturas es un hecho natural y respetado.





Referencias 

Hernández, F. (2006). El significado de la muerte. Revista digital universitaria, (7). Recuperado de: http://www.revista.unam.mx/vol.7/num8/art66/ago_art66.pdf

La vanguardia (2009). La ancestral tradición maya de desenterrar a los muertos. Recuperado de: http://www.lavanguardia.com/vida/20091101/53815935633/la-ancestral-tradicion-maya-de-desenterrar-a-sus-muertos.html.

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